En el mes de septiembre de 2015 salía a la luz una noticia que cambiaría la forma de ver por parte de consumidores y distintas organizaciones al gigante alemán Volkswagen. Conocido como “escándalo de las emisiones contaminantes”, “escándalo Volkswagen” o “dieselgate” entre otros, lo cierto era que Volkswagen había hecho trampas en los procesos de homologación de sus vehículos.
Resumiendo brevemente, un dispositivo era capaz de detectar cuando el vehículo estaba siendo sometido a un test de emisiones de escape, ya que siempre se siguen las mismas normas para tales pruebas. Cuando se percataba de ello, la gestión electrónica cambiaba el funcionamiento del motor, de modo que cumplía la normativa pero, en condiciones de marcha habituales, los motores emitían hasta 40 veces más de lo declarado. Sí, 40 veces más.
Nadie daba crédito a lo que los medios de comunicación informábamos, pero Volkswagen lo admitió pocos días después. Las acciones de la bolsa se desplomaban, mientras que múltiples altos cargos del Grupo Volkswagen presentaban su dimisión. A las pocas semanas, ya empezaban a llegar datos sobre el número de vehículos afectados y cifras de indemnizaciones multimillonarias que tendría que pagar la multinacional alemana.
Caída en la cuota de mercado de Volkswagen
Muchos teníamos “ansia” por saber qué pasaría con el Grupo Volkswagen y sus respectivas marcas después de la noticia del año dentro del sector automovilístico. ¿Caerían las ventas de forma similar a como lo había hecho la bolsa? Con los datos de ventas a nivel europeo de los primeros nueve meses del año 2016, vemos que la marca Volkswagen (que en teoría sería la más afectada por llevar el nombre del Grupo) continuó siendo la más vendida y, además, crecía un 0,1 % respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, viendo la cuota de mercado vemos que realmente sí perdía clientes, ya que este valor pasaba del 12,1 % al 11,2 %. El mercado de turismos europeo había crecido un 8 %.
En cuanto al Grupo Volkswagen, que engloba marcas tan populares como Audi, Seat, Skoda, Volkswagen o Porsche, aumentaba sus ventas en los nueve primeros meses de 2016 en un 3,2 %; pero se repetía la caída de cuota de mercado. El Grupo Volkswagen pasaba de abarcar el 24,9 % del total de mercado en Europa, a una cuota del 23,8 %, representando una caída de su cuota de mercado del 1,1 %.
¿Qué percepción tenemos ahora de los motores diésel?
El impacto en Volkswagen después de todo el lío de las emisiones ha sido notable, pero la percepción de los vehículos diésel por parte de la sociedad también. “Gracias” al escándalo de las emisiones contaminantes descubierto por la americana EPA, por fin nos hemos dado cuenta de que los vehículos con motor de gasoil son más contaminantes de lo que parecen, y también menos rentables de lo que nos creíamos.
Muchas normativas se basaban en las emisiones de CO2, pero lo cierto es que éste es solo uno de los gases importantes que expulsan los tubos de escape de nuestros vehículos. Además, cabe recordar que no es un gas cancerígeno, como por ejemplo sí lo es el NOx, aunque contribuye al efecto invernadero.
Casualidad o no, algunas grandes ciudades europeas (entre ellas Madrid) han efectuado protocolos específicos para los días en los que hay más contaminación en el ambiente, limitando velocidades de circulación y, en algunos casos, prohibiendo incluso la circulación a determinados vehículos por algunas zonas centro con gran densidad de tráfico y propensas a altos índices de contaminación.
También hay que destacar el importante número de novedades y planes de futuro de muchas marcas y fabricantes, que han informado del lanzamiento de futuros modelos eléctricos e híbridos a corto y medio plazo. Las más insistentes en este aspecto, al menos de cara al público, han sido Volkswagen y Mercedes.
Nos hubiera gustado, y mucho, poder realizar una comparativa con los porcentajes de las ventas de turismos diésel, con motor de gasolina, y vehículos híbridos y eléctricos a nivel europeo en los periodos de tiempo antes citados, pero no hemos tenido acceso a tal información. Sí hemos podido realizar esta comparativa en cuanto al cambio de la cuota de mercado por combustible en España, que nos valdrá como referencia y estimación.
Cuota de mercado en España por combustibles
La cuota de mercado en función del tipo de combustible ha variado notablemente en España, aunque aún queda bastante recorrido por delante para que la cuota de vehículos electrificados sea “decente”.
En los 9 primeros meses de 2015, el 63.4 % eran propulsados por motorizaciones diésel, el 34,8 % por motores de gasolina y solo el 1,8 % restante vehículos eléctricos e híbridos. La tendencia ha cambiado y en los 9 primeros meses de 2016 la cuota se repartía con un 57 % para turismos diésel, un 40,2 % para coches de gasolina y los eléctricos e híbridos se hacían con un 2,8 %.
Como vemos, la caída de la cuota de autos diésel es del 6,4 % en solo un año. De este 6,4 %, el 5,4 va a parar a los vehículos nuevos con motor de gasolina, mientras que el 1 % restante se lo llevan los turismos eléctricos e híbridos. El aumento en estos últimos vehículos puede parecer muy leve, pero recordamos que es superior al 50 %, es decir, la mitad más.
Con todo esto, no queremos decir que la razón de la caída de la cuota de mercado de vehículos diésel en España sea por culpa del escándalo de las emisiones, aunque sí creemos que tiene parte de culpa.
Ojo, los coches de gasolina también contaminan y más aun los que han sido desarrollados por la famosa filosofía “downsizing” de reducir cilindrada e introducir sobrealimentación. Puede que emitan menos CO2 que los antiguos vehículos de gasolina, pero otros tipos de gases (más peligrosos y poco tenidos en cuenta) elevan sus niveles de presencia. En el caso de estos gases hasta ahora “olvidados”, parece ser que en los próximos años sí se van a tener más en cuenta y los fabricantes deberán reducirlos de una forma u otra.
Fuente: Circula Seguro